SEMINARIO  FILOSÓFICO

A MODO DE PRESENTACIÓN

Abordar la filosofía en la actualidad implica asumir una perspectiva que articula e integra diversas áreas de conocimiento y prácticas sociales (las expresiones culturales, las formas políticas, las estructuras socio-económicas) y -en general- toda realización humana de un momento histórico determinado.

La filosofía no constituye un pensamiento que transcurre por encima e independientemente de las condiciones de vida de sociedades específicas, y mucho menos es poseedora de verdades que se deban venerar. Hablar hoy de filosofía es historizar, territorializar; es dar cuenta de pensamientos de hombres y mujeres concretos; pensamientos encarnados en subjetividades culturales e individuales concretas, sujetas a específicas condiciones de vida.

Es imposible que la filosofía, lo mismo que la política, prospere bajo poderes dictatoriales; pero también la amenazan, de un modo más sutil, pero no menos fuerte, la atrofia del conflicto y la crítica, la expansión del olvido y la irrelevancia, la incapacidad para cuestionar y el deslizamiento hacia el conformismo.

Por esto, una filosofía del confort es una contradicción. La filosofía tiene que generar  molestia, perturbar e incomodar. Una filosofía que haga culto del hecho consumado y otorgue legitimidad esencial a lo establecido es una anti-filosofía, si es que existe tal término. La filosofía actúa desde un sitio distinto, sostenida en los puntos de vista que se sitúan en un espacio de relación

reflexiva que permite la toma de distancia crítica. Una conciencia incapaz de crítica respecto a “las verdades consagradas”, es una conciencia cosificada, aletargada en lo acostumbrado.

A partir de estas breves definiciones es que proponemos el desarrollo de un Seminario titulado “Filosofía en la España post-Franquista”. Pensar y discutir las perspectivas filosóficas desarrolladas en España a partir de 1977 (año en el que se celebraron elecciones desde 1936) implica dar cuenta de  ese “post” que, inevitablemente, nos obliga a considerar las condiciones socio-culturales, y las consecuencias que se proyectaron en el tiempo, de aquellos 40 años en los que el Franquismo ejerció el poder.

Paralelamente, abordar este tema desde nuestra situación latinoamericana y argentina, nos permite comprender más acabadamente nuestro propio recorrido social, intelectual y filosófico contemporáneo, ya que existe una relación cultural estructural entre España y Argentina que tiene, casi, quinientos años de historia.

Jueves 15 hs

Fulvio Stanis